"Todo fluye, todo está en constante movimiento, nada en el Universo puede detenerse.Todo vibra, todo camina, y el propio hombre como parte integrante de la naturaleza, no puede sustraerse a participar de esa danza cósmica."
Una vez más amanece...
Indicios de que el tiempo no puede detenerse pasan por la retina de mis ojos rutina tras rutina. Los días del calendario, las horas del reloj y el sol que siempre sale para luego ocultarse no hacen mas que demostrarme cuan efímeras son las etapas, o las estaciones del año.
Ese mismo tiempo pareciera reírse de mis intentos fallidos por pretender optimizar los minutos del día, que a pesar de mi rigurosa organización, nunca parecieran alcanzar.
Unas horas de sueño, otras de estudio, otras de trabajo, y saz...otro día que paso sin que nadie lo notara...sin que siquiera pudiera tomarme al menos unos segundos para contemplar la belleza del atardecer o la de una noche llena de estrellas.
La vorágine emocional que cargo es tal, que la mayoría de mis jornadas terminan en sentimientos fluctuantes que derivan en llantos, tristezas y sinsaberes. Son estas las mismas emociones que me impulsan hacia personas, objetos, acciones, ideas y al mismo tiempo me alejan de otras.
La realidad que conllevo es tan compleja como sencilla, y vivo con la impresión de que las soluciones están a miles de kilómetros de distancia, aislándome cada vez mas de mi capacidad natural para amoldarme a mi propio entorno y poder así volver a sentir ese bienestar que me produce la compañía de algún otro.
Una vez más anochece...otro día llego a su fin.
El tiempo pasa. Cura heridas y desamores. Presiona en horas finales de estudio. Acompaña.
El tiempo todo lo ve, y todo lo sabe.
El tiempo es avaro, y hasta en ocasiones cruel.
El tiempo entiende cuando caminar despacio y cuando volar.
Y aunque el tiempo es inteligente y perspicaz, queda en nosotros convertirnos en sabios viajantes y comprender así como cada milésima de nuestro momento en esa vida es digno de ser saboreado hasta el último instante.
El tiempo nos rodea y jamás se irá,
pero créeme que nunca pero nunca se detiene.
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