Silence Please

Me encuentro sentada en el patio de mi casa, junto a mi árbol preferido. El sol oculto intenta inundar mi cuerpo de luz, pero las nubes no se lo permiten. La flora que me rodea se encuentra en paz, mientras una leve brisa otoñal mueve las hojas de manera casi imperceptible.

Me relaje y me deje llevar por los sonidos que me rodeaban. Caían las hojas, la brisa golpeaba mi pelo. Y de repente me di cuenta de que era lo que hacía tan maravilloso al lugar en el que me encontraba.

Era el silencio.

El común de la gente vive en una rutina de ciudad, lo cual implica ruido en enormes cantidades. Del colectivo, de los subtes, de los autos y sus bocinas, de la gente, del propio mp3 que llevamos encima… en fin.

Somos concientes de que este factor inevitable es parte de nuestro día a día pero, ¿quién dijo que debíamos acostumbrarnos a él? ¿Acaso no nos merecemos unos minutos de tranquilidad y paz para disfrutar del silencio? Claro que si…

Ahora bien, hay algo mucho más interesante aún. ¿Se dieron cuenta de cuantas variantes tiene dicho elemento?

El silencio puede significar algo bueno o algo malo. El silencio puede significar amor, incertidumbre, desconcentración, shock, falta de respuesta, asombro, complicidad, compromiso. El silencio tiene mil acepciones, una para cada momento…y por supuesto, saber interpretarlos es todo un arte.

Debo subrayar sin embargo, que no solo el silencio de afuera es necesario, sino que también lo es el silencio interior.

Si al cerrar tus ojos tu mente está en silencio la puerta está abierta para conocer la realidad de tu ser. La verdad solo se puede conocer en absoluto silencio. Y sin ese silencio interior el alma no tiene claridad, no tiene luz.

Esos momentos de paz nos dan la capacidad de pensar sin cabeza, de caminar sin pies, de observar sin perturbar, de escuchar sin interrumpir, de palpar sin crear incomodidad, de disfrutar la flor sin robarle su aroma y sobre todo la capacidad de entrar en ti y ver tu realidad.

Tenemos que dejarnos entrar en la paz del silencio, calmar ese mar de deseos, dejar que la calma nos invada, deja que el silencio nos posea.

Hay que sentarse cómodamente y observar a nuestro alrededor… no juzgues, observa de nuevo, respira hondo, suspira, deja tus preocupaciones a un lado. Deja el temor y disfruta del silencio, solo en esa inmensidad podrás escuchar tu voz interior llamándote a vivir plenamente. Solo en profundo silencio podrás comprender lo que significa todo esto y podrás obtener las respuestas más profundas de tu corazón.

Todas las preguntas están listas para ser respondidas, sin importar que profundas sean, sin importar cuanto lleven en tu mente, sin importar cuando dolor te causen.

No olvides el punto clave…mantén tu silencio interior en armonía y cuando hables, procura que tus palabras sean mejores que el silencio, porque este elemento maravilloso es la atmósfera que el amor necesita para que el alma brille.

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